¿Qué es la disforia de género?

Por 11/11/2020 enero 21st, 2021 Temas de psicología infantil-juvenil

A los niños que sufren disforia de género a menudo se les llama “transgénero”, término que describe a alguien que no se identifica con las características del sexo con el que ha nacido.

Ser transgénero no es un trastorno psiquiátrico, pero puede ser una fuente importante de estrés para los niños, que a menudo sufren acoso, exclusión y otras formas de estigma.

Los jóvenes transgénero sienten profundamente que son, o desean ser, del otro género. No solo quieren vestirse, actuar y ser aceptados como personas del otro género, sino que pueden sentirse extremadamente incómodos en sus cuerpos y desean cambiarlos, a través de la terapia hormonal o la cirugía, para alinearse con su identidad. Las niñas que hacen la transición para convertirse en hombres son hombres transgénero; los niños que hacen la transición para convertirse en mujeres son mujeres transgénero.

La desconexión entre su género experimentado y su género asignado puede causar una angustia aguda llamada disforia de género, que puede ser una fuente de profundo sufrimiento.

Los adolescentes transgénero a menudo son vulnerables al acoso y al rechazo familiar. E incluso cuando tienen el apoyo de la familia, puede ser una transición muy difícil tanto para los adolescentes como para los padres.

¿Cómo se puede detectar la disforia de género?

La disforia solo se diagnostica si un niño experimenta un sufrimiento severo por ser transgénero o tiene un desempeño deficiente en la escuela, en el hogar o en entornos sociales.

Señales:

  • Incongruencia marcada entre el género que el niño siente o experimenta y el género que se le asignó biológicamente.
  • Sentimientos de estar atrapado dentro de un cuerpo con cuyo género no se identifica.
  • Preferencias definidas para ropa, juguetes y actividades comúnmente asociadas al género contrario.
  • Afirmaciones hechas por el niño de que es del otro género o tiene planes de ser del otro género en su madurez.
  • Disgusto intenso por la anatomía sexual propia.
  • Fuerte anhelo de obtener características sexuales del género que el niño experimenta.

¿Qué es la expresión de género?

El género se expresa a través de la propia personalidad, apariencia y comportamiento, típicamente como masculino o femenino. El hecho de divergir del género asignado, lo que se llama “no conformidad de género”, puede manifestarse a partir de los 2 o 3 años, cuando los niños empiezan a ser conscientes de la noción de género.

Es normal en su desarrollo que los niños exploren varios modos de expresión de género a lo largo de la infancia. Algunos niños no conformes con su género, cuando son pequeños, no se asocian con la expresión de género masculina o femenina en cosas como ropa, juguetes, actividades o preferencias en amigos, y se mantienen neutrales. Otros, típicamente, se presentan como hombres o mujeres y sorprenden a sus padres cuando declaran su género afirmado.

¿Qué tratamientos hay para la disforia de género?

El tratamiento para la disforia de género varía en función de lo que necesita cada paciente. Implica comprender y validar sus emociones y trabajar con ellos para ayudarlos a aliviar su angustia. Si se les diagnostica ansiedad o depresión, se les trata con terapia y/o medicación.

Para tratar con la desconexión de género es necesario trabajar con las habilidades de afrontamiento y el entorno para ayudarlos a ser quienes quieren ser. Tanto para el niño como para la familia, la transición implica una serie de decisiones y desafíos a medida que avanzan.

La terapia hormonal y la cirugía son opciones que desean muchos pacientes, pero no todos. Algunos quieren ser tratados como personas de su género afirmado, pero pueden no sentir la necesidad de seguir todos estos pasos para abordar la disforia.

Aunque posponer el tratamiento con hormonas o la cirugía hasta la edad adulta puede parecer la opción más prudente, con el fin de dar tiempo a los adolescentes para que estén seguros de que esto es lo que quieren, también hay razones para actuar lo antes posible.

Una vez que comienzan a atravesar la pubertad, las complicaciones de cualquier transición médica o quirúrgica pueden ser mayores, y cuanto más se alarga la situación mayor es el tiempo de convivencia con esa disforia o esa angustia, por lo que los riesgos son mayores.

¿Qué es la supresión de la pubertad?

El tratamiento hormonal que suprime la pubertad durante varios años es una estrategia para ganar tiempo mientras se toma una decisión con seguridad. Al detener la pubertad, los niños no tienen que preocuparse por esas características sexuales secundarias (como la profundización de la voz, el desarrollo de los senos o incluso la menstruación) y se reduce la angustia adicional de que su cuerpo actúe de una forma que no se corresponde con cómo se sienten por dentro.

 

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