Teoría del apego. El vínculo.

Por 09/12/2020 enero 21st, 2021 Temas de psicología infantil-juvenil

La teoría del apego conceptualiza la tendencia de los seres humanos a crear fuertes lazos afectivos con determinadas personas, con el dolor emocional y otros trastornos de la personalidad como la ansiedad, la depresión y el alejamiento personal que se producen como consecuencia de la separación indeseada y de la pérdida afectiva.

En los primeros años de vida, el apego es el lazo afectivo que se establece entre el niño y una figura específica, que une a ambos en el espacio, perdura en el tiempo, se expresa en la tendencia estable a mantener la proximidad y les aporta sensación de seguridad.

Participación del niño en el proceso de apego

Se caracteriza por la búsqueda de proximidad con las personas con las que está vinculado y los contactos sensoriales privilegiados que se establecen entre el niño y los cuidadores principales.

La presencia de la figura de apego aporta una seguridad (base segura) que favorece la exploración por parte del niño. Ante la separación, el niño experimenta ansiedad, que se manifiesta por una activación de los esfuerzos para atraer a la figura de apego, seguidos de sentimientos de protesta, desolación y abandono frente a su pérdida.

Fases de la construcción del apego

  • 0-6 meses: se producen la construcción y el reconocimiento de la figura de apego.
  • 6 meses – 3 años: comienzan la experimentación y regulación del apego:
    • Se produce la búsqueda ante una amenaza.
    • Es posible que se produzcan el alejamiento y la exploración en momentos o fases de tranquilidad.
  • Final del primer año: se producen la internalización de la relación de apego y la estabilidad en el niño y en la familia.
  • A partir de los 3 años: se produce la activación del apego. La figura de apego es percibida como “separada”, lo cual genera comportamientos complejos activadores del apego para evitar la separación. Es un mecanismo más sutil que el enfado o la rabia.
  • Adolescencia: desapego, duelo y reapego. Es una etapa turbulenta generada por la complejidad del desapego de las figuras parentales, en la que el adolescente tiene que aprender a tolerar el duelo de esta pérdida. De este modo, se produce el reapego a nuevas figuras (tanto adultos como iguales).
  • Vida adulta: apego entre iguales.

Tipos de apego durante los primeros 2 años de vida

  • Apego seguro:

El niño tiene confianza en la disponibilidad, comprensión y ayuda que la figura parental le dará en situaciones adversas. Se siente animado a explorar el mundo. Manifiesta una búsqueda activa de contacto con la madre y ofrece respuestas adecuadas ante ella. Expresa una amplia gama de sentimientos positivos y negativos. Este tipo de apego evoca sentimientos de pertenencia, de aceptación de sí mismo y de confianza de base.

¿Cómo se muestran los padres-madres de niños con tipos de apego seguro?

La figura parental (generalmente la madre) está fácilmente disponible, atenta a las señales del niño y preparada a responder, ofreciendo contacto al niño cuando llora. Es capaz de visualizar las necesidades del niño en sí mismas, y no como necesidades propias o ataques a su integridad.

  • Apego inseguro huidizo-evitativo:

El niño tiende a ignorar o esquivar a su madre (por ejemplo, evitando el contacto o la mirada). A su vez, la evitación del hijo puede amplificar la conducta parental que ha generado esta percepción en el hijo. Muestra la misma ansiedad o incluso más ante los padres que ante figuras extrañas. Manifiesta una impresión general de indiferente o frío con el adulto. Parece intentar vivir la propia vida emocional sin el apoyo y el amor de los otros, desde una tendencia a la autosuficiencia y con una ausencia casi total de expresiones de miedo, malestar o rabia.

¿Cómo se muestran los padres-madres de niños con tipos de apego huidizo-evitativo?

Se relacionan con el niño con una mezcla de angustia, rechazo, repulsión y hostilidad. Esto se expresa en actitudes controladoras, intrusivas y sobreestimulantes. Reaccionan sintiéndose amenazados por los lloros o las necesidades insatisfechas del niño, no controlan la situación para actuar en consecuencia. Ante ello, niegan sus necesidades: toman distancia con el estado emocional del niño, forzándole a modificar su estado emocional o distorsionando los sentimientos en otros más tolerables.

  • Apego inseguro ansioso-ambivalente:

El niño no tiene la certeza de que la figura parental esté disponible o preparada para responder. La presencia de la madre no le calma después de una ausencia corta. Manifiesta ambivalencia: puede reaccionar hacia su madre con cólera, rechazando el contacto o la interacción, y enseguida buscar ansiosamente el contacto. Se da una oscilación entre búsqueda y rechazo de la madre. Es propenso a la angustia por separación, por lo que tiende a aferrarse a la madre. La exploración del mundo le genera ansiedad, por lo que hay una ausencia de conductas exploratorias.

Esta modalidad de apego se crea en torno a una figura parental que unas veces está disponible y otras no. También la potencian las separaciones y las amenazas de abandono como medio de control. Se dan manifestaciones de rabia, miedo y malestar de forma prolongada y exagerada.

¿Cómo se muestran los padres-madres de niños con tipos de apego ansioso- ambivalente?

El elemento que más llama la atención es la falta de “sincronía emocional” con el niño. Puede haber periodos de ausencia física de la madre, pero sobre todo se produce una ausencia de disponibilidad psicológica, que convierte los cuidados en incoherentes, inconsistentes e impredecibles. En resumen, no responden al niño, pero no lo rechazan.

  • Apego inseguro desorganizado-indiscriminado:

En el contexto de un modelo relacional de carácter caótico, cambiante e indiscriminado (se apegan, se desapegan para apegarse a otro, pero siempre de manera superficial), se produce un modelo de vinculación “utilitario” ante rupturas previas, para protegerse de la frustración y la vulnerabilidad. Se produce por tanto una relación desorganizada y cambiante con adultos, mediante comportamientos aparentemente “casuales”, confusos y desorganizados. Hay una oscilación desorganizada entre búsqueda y evitación.

¿Cómo se muestran los padres-madres de niños con tipos de apego desorganizado-indiscriminado?

Prácticas parentales altamente incompetentes y patológicas como consecuencia de haber sufrido experiencias muy traumáticas y/o pérdidas múltiples no elaboradas en la propia infancia. Nos encontramos con padres-madres con incompetencias parentales severas y crónicas, con frecuencia irrecuperables: patologías psiquiátricas crónicas, alcoholismo y toxicomanías. Es frecuente el estilo parental violento, desconcertante e impredecible. Se produce aquí una paradoja vital: si el niño se acerca buscando apego, provoca ansiedad en el progenitor; si se aleja, este se siente provocado y canalizará su ansiedad mediante comportamientos hostiles y de rechazo.

Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario. Al continuar navegando aceptas su uso. Más información

ACEPTAR
Aviso de cookies