Consejos para padres que se están divorciando

Cada situación y cada familia son diferentes, pero hay algunas sugerencias que puedes seguir para que el proceso de divorcio sea menos doloroso, especialmente para los niños.

Anima a tus hijos a compartir sus sentimientos: siéntate a hablar con ellos para que te digan qué están pensando y cómo se sienten. Limítate a escuchar, no intentes resolver problemas ni cambiar sus sentimientos. Diles que sus sentimientos son importantes y normales y agradéceles su sinceridad.

Mantén el diálogo abierto: estate preparado para responder a las preguntas o preocupaciones que puedan tener. Mantén un diálogo constante si lo necesitan, aunque ya hayáis hablado de ello antes. Si es posible, planifica con el otro padre cómo vais a hablar acerca de este tema.

Da buen ejemplo: si te enfrentas a una situación complicada, intenta expresarles cómo te sientes (p. ej., triste), déjales claro que es normal sentirse así a veces (p. ej., es normal que me sienta triste) y explícales cómo afrontarás el problema (p. ej., cuando estoy triste me ayuda dibujar y jugar con vosotros). Les ayudarás a aprender a gestionar sus emociones y reducir los problemas en el futuro.

Tranquilízalos frente a la culpa: es posible que los hijos se sientan culpables del divorcio o piensen que ellos lo provocaron, especialmente si escucharon a sus padres discutir muchas veces por ellos. Tranquilízalos diciéndoles que no es así y que se trata de un sentimiento normal.

Dales tiempo: el impacto real de un divorcio en los niños suele ser de entre 2 y 3 años. Algunos expresarán sus sentimientos, otros no tendrán las palabras para hacerlo. Algunos perderán el interés en las actividades o bajarán sus calificaciones en la escuela, otros expresarán sus emociones durante el juego. Algunos puede que incluso no muestren ninguna emoción al principio, pero que años más tarde tengan comportamientos disruptivos o desafiantes.

Mantenlos ajenos a los conflictos de los padres: es importante no decir nunca cosas malas acerca del otro padre delante de tus hijos. El factor que más influye en el impacto del divorcio en los niños es el nivel de conflicto que ven entre sus padres. No les hagas elegir un bando ni escuchar comentarios negativos acerca del otro padre.

Reconoce los hechos: no es tu responsabilidad explicar la conducta del otro padre, pero si tus hijos hacen preguntas intenta responder con la mayor neutralidad y sinceridad posible.

No los utilices como mensajeros: aunque resulte tentador, no utilices a tus hijos como mensajeros para comunicarte con el otro padre ni les preguntes qué ocurre en la otra casa. Los niños se ofenden cuando sienten que les pides que espíen.

Estate preparado para un nuevo ajuste: las nuevas relaciones de los padres son una de las partes más complejas del proceso de divorcio y pueden requerir otro período de ajuste. Mantén la comunicación abierta, intenta mantener algunas de las viejas tradiciones familiares y asegúrate de que tus hijos tengan tiempo a solas con los padres.

Busca ayuda si lo necesitas: está bien y es saludable que los hijos vean a sus padres tristes o preocupados, pero si tus emociones son demasiado intensas es posible que se sientan responsables. Pide la ayuda de algún amigo o grupo que les pueda servir de apoyo y recuerda que tú también debes cuidarte y buscar el apoyo necesario cuando lo necesites.

Recuerda que la honestidad, la sensibilidad, el autocontrol y el tiempo ayudarán en el proceso de recuperación.

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