Miedos normales en la infancia

Por 01/08/2019 octubre 1st, 2019 Temas de psicología infantil-juvenil

¿Es normal que los niños tengan miedos?

Sí, a veces. El miedo es una emoción que puede ayudar a los niños a ser cautos. Lo nuevo, lo grande, lo ruidoso o lo distinto pueden dar miedo al principio. Los padres pueden ayudar a sus hijos a sentirse seguros y a aprender a sentirse cómodos y tranquilos.

¿A qué tienen miedo los niños?

Las cosas que les asustan van cambiando a medida que van creciendo. Algunos miedos son frecuentes y normales a determinadas edades. Por ejemplo:

Los bebés sienten ansiedad ante los desconocidos. Cuando tienen entre 8 y 9 meses, son capaces de reconocer los rostros de las personas con quienes conviven. Por eso, las caras nuevas les pueden provocar miedo, incluso la de una nueva niñera o la de un pariente. Pueden llorar o aferrarse a uno de sus padres para sentirse seguros.

Los bebés mayores y los niños de hasta 3 años sienten ansiedad por separación. En algún momento entre los 10 meses y los 2 años, muchos bebés empiezan a sentir miedo cuando se tienen que separar de unos de sus padres. No quieren que los dejen en la guardería o solos en la cama a la hora de dormir. Pueden llorar, aferrarse a sus padres o tratar de mantenerse cerca de ellos.

A los niños pequeños les asustan cosas irreales. Los niños de 4 a 6 años usan la imaginación y saben simular cosas o fingir, pero no siempre son capaces de distinguir lo real de lo que no lo es. Por eso, tienen miedo de lo que pueda haber debajo de la cama o dentro del armario, así como de la oscuridad y de irse a la cama. Algunos temen tener sueños aterradores o pesadillas. Los niños pequeños también se pueden asustar ante los ruidos fuertes, como los de los truenos o los fuegos artificiales.

Los niños mayores tienen miedo de los peligros de la vida real. A partir de los 7 años, los monstruos que hay debajo de la cama ya no los asustan (mucho) porque saben que no son reales. A esta edad, empiezan a tener miedo de las cosas que les podrían ocurrir en la vida real. Tal vez tengan miedo de las catástrofes naturales de las que oyen hablar, de que les hagan daño o de que una persona querida pueda morir. También pueden estar ansiosos por un trabajo escolar que tienen que presentar, las notas o la necesidad de encajar en su grupo de amigos.

Los preadolescentes y los adolescentes pueden tener miedos sociales. Su aspecto físico o el hecho de encajar en su grupo de pertenencia les puede generar ansiedad. También pueden estar ansiosos o tener miedo antes de entregar un trabajo escolar, cambiar de escuela, hacer un examen importante o jugar un partido especial.

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo cuando tiene miedo?

  • Tranquiliza a tu bebé o tu hijo pequeño diciéndole: «Todo va bien. Estás seguro. Yo estoy aquí, a tu lado». Hazle saber que estás ahí para protegerlo. Abrázalo y dile palabras tranquilizadoras para ayudarle a sentirse seguro.
  • A medida que tu hijo crezca, habla con él y escúchalo. Mantente tranquilo y transmítele tranquilidad. Ayúdale a expresar sus sentimientos en palabras y a probar cosas nuevas.
  • Ayuda a tu bebé a que se acostumbre a una persona nueva mientras lo abrazas y haces que se sienta seguro. En muy poco tiempo, esa nueva persona dejará de parecerle un desconocido.
  • Deja que tu hijo de 1 a 3 años se separe de ti durante breves períodos de tiempo al principio. Cuando necesites separarte de él, dile que volverás, dale un abrazo, sonríele y márchate. Deja que aprenda que siempre vuelves.
  • Si tu hijo pequeño tiene miedo de la oscuridad, desarrollad una rutina tranquilizadora para la hora de ir a dormir. Léele o cántale. Haz que se sienta seguro y querido.
  • Ayuda a tu hijo a afrontar sus miedos poco a poco. Por ejemplo, comprobad juntos que no hay monstruos debajo de su cama. Con tu presencia y tu apoyo, deja que vea por sí mismo que no hay nada que temer. Ayúdalo a sentirse valiente.
  • Limita las imágenes, las películas y los programas infantiles que puedan asustarle. Estas cosas solo alimentan sus miedos.
  • Ayuda a los niños y a los adolescentes a aprender a prepararse para los desafíos, como los exámenes o los trabajos escolares. Haz saber a tu hijo que crees en él.

¿Son normales los miedos que tiene mi hijo o necesitamos ayuda?

La mayoría de los niños saben afrontar sus miedos normales con la ayuda y el apoyo de sus padres. A medida que van creciendo, van superando los miedos que tenían cuando eran más pequeños.

A algunos les cuesta más y necesitan más ayuda para vencer sus miedos. Si los miedos son muy intensos o impiden que lleven una vida normal, podrían ser un indicador de un trastorno de ansiedad.

Habla con tu médico si los miedos de tu hijo:

  • parecen demasiado intensos o prosiguen más allá de la edad habitual,
  • hacen que esté muy angustiado o que tenga rabietas o berrinches,
  • impiden que lleve una vida normal, como ir a la escuela, dormir solo o estar separado de sus padres,
  • le provocan síntomas físicos (como dolor de estómago, dolor de cabeza o un ritmo cardíaco acelerado) o si nota que le falta el aire, se marea o tiene náuseas.

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